Es una pregunta que todos tememos hacer, tal vez porque no estemos muy seguros que contestar...El temor invade, la incertidumbre mata, el dolor te paraliza y tu fé...¿donde queda tu fé?
Por supuesto los "amigos" se alejan, y aparecen todos los que se dicen llamados correctos y ejemplares a señalarte y condenarte. Quedas en el fondo del mas grande de los vacíos, en oscuridad y preguntándote mil veces ¿porque, porque porqué??? La soledad y la culpa tus grandes compañeras, esas si deciden quedarse para siempre contigo. Pero sabes, es así precisamente como el mundo quiere verte: derrotado, destruido, deprimido y en soledad...y lo peor de todo que aquello que solo es una circunstancia, la conviertes en tu nueva realidad y decides entregarte en cuerpo y alma a un sufrimiento que a la verdad ya no está
Una de las pasiones del ser humano es victimizarse por la realidad que debe vivir y jamás encuentra en ella una oportunidad para crecer en una dimensión diferente. Las dificultades solo son OPORTUNIDADES, si
las colocas en las manos de Dios, El las permite para perfeccionarte, para recordarte que no te las sabes todas, que El tiene el control de tu vida, y tu victoria está solo en El. Agradece las adversidades por que a través de ellas conocerás la Gloria de Dios, te harás más fuerte en tu fé y por si acaso te recuerdan que tu Dios tiene el poder de callar las tormentas. Bendito aquel que pone su confianza en Dios porque jamás será avergonzado.